LOS SERAFINES
DE LA DECADENCIA
Los destellos de su presencia, la metafísica de su manifestación, la sencilla intuición de su existencia suscitaba la pregunta, como una demanda, la exigencia de una respuesta.
¿Que podríamos nosotros responderle a seres eternos?
Bajan y suben a la tierra, se arrastran y vuelan, sus miradas nos atraviesan, escanean todas las dimensiones, ojos siempre abiertos y alertas.
Incapaces de percibirlos en el vortex de nuestras rutinas. La rigidez y el frio, el metal de su piel nos paraliza, hasta el viento nos avisa que es mejor estar adentro.
Su lenguaje sin palabras, el cimiento de su comunicación: silencio.
Sin haberlo enunciado, respiramos y asumimos nuestra realidad, esclavos del futuro y la materia.
La obra Los Serafines de la Decadencia busca abarcar temas socioculturales y políticos para cuestionarnos la forma en la que estamos viviendo y el futuro que estamos creando. Por medio del desprendimiento de la identidad, la obra trae a la realidad personajes de sueños personales que representan miedos y placeres habitando un espacio transicional entre la realidad y la ficción. Pone en cuestión la pregunta por ser humanos, entre la salvación y la catástrofe, entre lo eterno y lo tecnológico, siempre allí en el medio, cayendo en el vacío de nuestra presencia y existencia, nuestras vidas como un preguntar perpetuo.
Esta obra pudo realizarse gracias a la unión y articulación de los mejores y más altos talentos del país (Colombia)