EL ALMA Y EL CUERPO
LA LUNA Y EL SOL
RAPTO CORPORAL
El alma y el cuerpo dejaron de balancearse. La mente se sobrepuso a nuestra corporeidad transformándonos en imaginarios irrealizables, desplegando así su capacidad de cambiar sus límites acercándonos a la mentira y la decadencia.
Aceptando nuestro tiempo y forma de vida NeoBarroca (Omar Calabresse: 1. Neo de repetición: todo ya se ha dicho y se ha interpretado. 2. Barroca como nuestra espíritu de época, inestable y polidimensional) aprovechamos el límite haciéndolo parecer como exceso para poder tener la introspección y el escudriñamiento de un más allá por medio de sueños y sensaciones.
Performando una historia, los artistas se sumergieron en la mentira de interpretarse diferentes reaccionando a los estímulos visuales, sonoros, narrativos y olfativos, para interpretar de la masa al individuo y del individuo a la máquina.
Se toman de referentes los performances como Snake Dance de Janik y Arnaud, 75 Watts de Revital Cohen & Tuur Van Palen, los videos de Kazaky, los soundsuits de Nick Cave, el Cremaster de Matthew Barney, las interpretaciones de Juliana Huxtable y especialmente, para la construcción de mundo distópicos, los ideales decadentistas del inicios del siglo XX por Oscar Wilde, así mismo referenciado por Joris Karl Huysmans, Balzar y Verlaine.
Como fin, se obtuvieron resultados audiovisuales, visuales, plásticos y performativos. De esta forma, la obra cuenta con un video performance, las imágenes de los cinco diferentes momentos en la historia, el performance irrepetible del 29 de Noviembre de 2020, y los resultados plásticos, el ornamento corporal y de instalación.

EL MANIFIESTO
No parábamos de avanzar. La evolución se aceleraba en cada paso que dábamos. Caminamos y nos alejamos del primitivismo, avanzábamos a la perfección. Perseguíamos eternamente los cánones inmateriales que se bañaban en hedonismo y narcicismo puro. Siempre hemos querido ser eternos.
Con el paso de los años el ingenio humano se desbordó. La curiosidad y el ímpetu de estriar el mundo, nos llevó como especie al camino que nos trajo humillación y engaños. Nos ampliábamos en el espacio buscando sobre el fuego el conocimiento. Saber es poder. Ciertamente, el pensamiento fue encerrado en las sociedades científicas como The Royal Society o en los muros de Le Academie des Sciences, gracias a las cuales la mirada sobre el mundo se enmarcó en el lenguaje técnico, exclusivo y excluyente.
Evolucionamos sin pensar en la vaga idea de considerarnos animales. Alcanzamos estados de conciencia y control que nos hicieron cada vez más grandes, definitivamente superiores, únicamente por nuestras facultades mentales. Nuestro cuerpo, por el contrario, herramienta obsoleta pero primordial, nos impuso la materia y la inescapable realidad, nuestro constante y vano intento por desprendernos de nuestra corporeidad. Estábamos ligados, era el alma y era el cuerpo.
Nuestro caminar se bifurcó como ríos que regaban perfección. Ansiábamos bañarnos en sus aguas e inundarnos de su belleza.
"NADA NOS HACÍA MÁS VANIDOSOS QUE EL HECHO DE QUE NOS CALIFICARAN DE PECADORES."
"NO SENTÍAMOS SATISFACCIÓN ALGUNA PROFANANDO UNA LEY QUE NOS RESULTABA INDIFERENTE O DESCONOCIDA"
Lo peor que pudieron hacernos fue rebelarnos la maldad de los pecados capitales. Nos resultaban fascinantes.
Nunca aceptamos nuestra condición. Nunca creímos que a sus ojos éramos perfectos y decidimos actuar al nivel del Dios en el que creíamos. Estábamos hechos a su imagen y semejanza.
Inventámos máquinas, artefactos, instrumentos y herramientas que nos permitieron competir en el mundo. Logramos controlar toda especie, la estudiamos, la categorizamos, nos categorizamos a nosotros mismos. Lo ajeno nos resultaba atemorizante. Teníamos que controlarlo todo.
Desarrollamos nuestro ingenio replicando la naturaleza.
"UNA QUE POR SÍ MISMA NO SUGIERE NADA, POR MÁS SUTIL O GRANDIOSA QUE SE LE CONSIDERE, NO EXISTIÓ NUNCA ALGUNA DE SUS INVENCIONES QUE EL INGENIO HUMANO NO HUBIERA SIDO CAPAZ DE RECREAR."
Expandimos nuestros límites y nos permitimos llegar más allá de nuestro cuerpo débil y vulnerable. Permitimos que demeritara su propio papel e ignorara la importancia en la existencia. Lo convertimos en nuestro instrumento ornamental.
Buscamos incansablemente estirar el tiempo hasta el punto de querer hacer infinita nuestra juventud. Nuestra decadente lucha de lirios y rosas colonizaron territorio corporal al tratar de inmortalizar nuestra belleza.
Nos convertimos en esclavos de nuestro cuerpo, cualquiera que fuese su interpretación, cualquiera que fuese su objetivo. Desafiamos nuestras creencias por nuestra cultura, la acción era nuestra forma de purificación.
No aceptábamos nuestro destino porque nos dimos cuenta que podíamos cambiarlo. Nos sobrepusimos al señalamiento y entendimos cómo el cuerpo peca una vez y deja atrás el pecado. No era el cura el que nos absolvía; era la confesión.
La ciencia nos hipnotizó. Nos dio el sentimiento intenso y penetrante de una evolución realizada durante el lapso de nuestra vida. Nos obligó a soñar en la mutación. Queríamos hacerlo, pero el tiempo, naturalmente, no nos lo permitia.
Comenzamos a sofisticarnos, a ansiar el día en el que pudiéramos llenarnos de artificios y prótesis. Nos volvíamos cada vez más biónicos, elevándonos de las masas, evolucionando ya no como especie, sino como individuos. Nuestra sed efervescente por dejar nuestra humanidad atrás nos controlaba, pero lo único que podíamos perseguir era la forma más perfecta de mostrarnos.
Sobrepasamos nuestros límites. Aceptamos nuestro infinito poder mental al reconocer visualmente lo que queríamos ser. Cambiamos nuestro habitar el espacio. Controlamos nuestros sentidos y nuestras percepciones al desprendernos de nuestra identidad en nuestro cuerpo.
Nos sumergimos en imaginarios irrealizables y encontramos nuestra vivaz protesta, nuestra valerosa tentativa de enseñarle a la naturaleza el lugar que le correspondía. El arte nos hizo trascender.
La confusa neblina nos protegía. Nos dejaba sustituir la realidad por el sueño de la realidad. Nos materializábamos en nuestros imaginarios imposibles que se inundaban de magia absoluta. Si nos sentíamos confundidos, solo bastaba con abrir los ojos para no reconocernos.
El simple placer de mentirnos nos hizo existir. Existiamos en la mentira, en la expresión. La naturaleza humana es justamente una ficción, un teatro, donde
"SOLO NOS MOSTRAMOS NATURALES CUANDO NOS VEMOS OBLIGADOS A FINGIR."
"LLEGARÍA ESA TERRIBLE COSA UNIVERSAL QUE LLAMÁBAMOS NATURALEZA HUMANA, Y NOS VERÍAMOS OBLIGADOS A VOLVER POR ESA FACULTAD TAN MORBOSA COMO INSANA DE DECIR LA VERDAD."
Nos hubiéramos rendido, pero nuestra adicción nos elevó a un desprendimiento material, y al tenerlo todo, queríamos tener aún más.
Aceptamos entonces la llegada del futuro. Nos dejamos abducir. Reconocimos la ansiada mutación que nos separaría del humano, considerándonos a nosotros mismos el último paso de la evolución. Ya levantaríamos los platos y las mesas, tomaríamos nuestras pastillas y viviríamos conectados. Nos elevaríamos a la intangibilidad superior.
Sin darnos cuenta, el furor y la adrenalina nubló la sensación y el poder, y entró silencioso como suero por nuestras venas.
Dependientes, disfrutábamos cada paso del camino. Estábamos completamente descontrolados.
Llenos de placer.
Sin darnos cuenta nuestro cuerpo fue raptado, pero para ese momento, nosotros ya lo habíamos
abandonado.

BIENVENIDOS
POSFACIO
Esta obra fue creada como resultado de diferentes sumersiones, indagaciones personales, inmorales y prestadas, que influencian determinado momento en mi vida.
Reconozco la decadencia, la mentira. Reconozco a Wilde, a Huysmans. Reconozco como es la vida la que imita el arte, y que es este el que la moldea a su imagen y semejanza.
De esta forma, y en esta época, vivimos en una globalidad tan veloz y accesible que podemos escoger como moldear nuestro existir dentro de infinitos recursos en innumerables muestras de arte, donde la originalidad es prestada, y lo que trasciende es su reinterpretación.
Somos, definitivamente, lo que consumimos y en esa toma de decisiones establecemos prioridades para sacrificar placeres, acciones o incluso personas por vivir experiencias que hemos decidido vivir.
Esas experiencias serán el motor para sentir y engañarnos en vivir lo que queremos. Aceptar la vida a su llegada solo me destruiría del aburrimiento y su performatividad personal debería ser definitivamente Barroca, sin límites y exagerada.
Sentir por sentir.
Mentir por mentir.
CITAS
OSCAR WILDE
Wilde O. El Retrato de Dorian Gray [The Portrait of Dorian Gray]. Penguin Random House Grupo Editorial.
Oscar W. La decadencia de la mentira y otros ensayos (Spanish Edition). TAURUS.
JORIS KARL HUYSMANS
Joris-Karl Huysmans. A contrapelo (Letras Universales) (Spanish Edition). Ediciones Cátedra.
FRANCIS BACON
Francis Bacon (ArtHaus - Art and Design Series). [DVD].
OPPENHEIMER
Oppenheimer, Robert Julius (1995). La ciencia y el conocimiento común. Consejo Superior de Investigaciones Científicas
DELEUZE & GUATTARI
Gilles D. & Félix G. Mil mesetas: Capitalismo y esquizofrenia (Ensayo) (Spanish Edition) V. P. José, Trans.). Editorial Pre-Textos.
JUAN SEBASTIAN QUEVEDO
Quevedo, Juan Sebastian (2017) Técnica y Ser Humano: Nuevos Horizontes e identidades imposibles. Universidad de Los Andes
Jackeline L. B. A. El neobarroco en la Mujer de Helio de Dina Bellrham (Spanish Edition). Editorial Académica Española.